Coronavirus pandemia por su velocidad de propagación mas que por su mortalidad

Clasifiquemos al nuevo coronavirus como pandemia (oficialmente desde este miércoles 11 de marzo) o no, el tema va en serio, no hay que quitarle importancia, ya que en menos de dos meses se ha extendido por varios continentes, pero al virus le da igual cómo lo llamemos. Una pandemia implica una trasmisión sostenida, eficaz y continua de la enfermedad de forma simultánea en más de tres regiones geográficas distintas, ya estemos en esa fase, pero eso no es sinónimo de muerte, pues el término no hace referencia a la letalidad del patógeno sino a su transmisibilidad y extensión geográfica, lo que sin duda sí hay es una pandemia de miedo, por primera vez en la historia estamos viviendo una epidemia a tiempo real: todos los medios de comunicación, varias veces al día, todos los días, en todo el planeta, hablan del coronavirus, seguimos el goteo de cada uno de los casos en directo.

Insisto: el tema es serio y hay que informar de lo que está ocurriendo, pero también necesitamos buenas noticias.

Está identificado

Los primeros casos de neumonía severa se notificaron en China el 31 de diciembre de 2019 y para el día 7 de enero ya se había identificado el virus, al contrario del SIDA, los primeros casos se describieron en junio de 1981 y se tardó más de dos años en identificar al virus causante de la enfermedad. El genoma estuvo disponible el día 10, ya sabemos que se trata de un nuevo coronavirus del grupo 2B, de la misma familia que el SARS, por lo que le hemos denominado SARSCoV2, la enfermedad se llama COVID19 y está emparentado con coronavirus de murciélagos, los análisis genéticos confirman que tiene un origen natural reciente (entre finales de noviembre y principios de diciembre) y que, aunque los virus viven mutando, su frecuencia de mutación no es muy alta.

Sabemos como detectarlo

Desde el 13 de enero está disponible para todo el mundo un ensayo de RT-PCR para detectar el virus y en los últimos meses se han perfeccionado este tipo de pruebas y evaluado su sensibilidad y especificidad.

En China la situación está mejorando

Las fuertes medidas de control y aislamiento impuestas por China están dando sus frutos. Desde hace ya varias semanas, el número de casos diagnosticados disminuye cada día.

En otros países se está haciendo un seguimiento epidemiológico muy detallado. Los focos son muy concretos, lo que puede permitir controlarlos con mayor facilidad, por ejemplo, en Corea del Sur y Singapur.

El 80% de los casos son leves

La enfermedad no causa síntomas o son leves en un 81 % de los casos. En el 14 % restante puede causar neumonía grave y en un 5 % puede llegar a ser crítica o incluso mortal.

La gente se cura

La mayoría de la gente infectada se cura, hay 13 veces más pacientes curados que fallecidos, y la proporción va en aumento.

No afecta (casi) a los menores de edad

Solo el 3 % de los casos ocurre en menores de 20 años, la mortalidad en menores de 40 años es solo del 0,2 % y los síntomas son tan leves que puede pasar desapercibido.

El virus se inactiva facilmente

El virus puede ser inactivado de las superficies de forma eficaz con una solución de etanol (alcohol al 62-71 %), peróxido de hidrógeno (agua oxigenada al 0,5 %) o hipoclorito sódico (lejía al 0,1 %), en solo un minuto.

El lavado de manos frecuente con agua y jabón es la manera más eficaz de evitar el contagio.

Ya hay más de 150 artículos científicos

En poco más de un mes ya se pueden consultar 164 artículos en PubMed sobre COVID19 o SARSCov2, además de otros tantos disponibles en los repositorios de artículos todavía no revisados por pares (pre-prints). Son trabajos preliminares sobre vacunas, tratamientos, epidemiología, genética y filogenia, diagnóstico y aspectos clínicos, Estos artículos están elaborados por cerca de 700 autores repartidos por todo el planeta.

Ya hay prototipos y vacunas

Nuestra capacidad de diseñar nuevas vacunas es espectacular. Ya hay más de ocho proyectos contra el nuevo coronavirus. Hay grupos que trabajan en proyectos de vacunas contra otros virus similares y ahora tratan de cambiar de virus, lo que puede alargar su desarrollo son todas las pruebas necesarias de toxicidad, efectos secundarios, seguridad, inmunogenicidad y eficacia en la protección, por eso, se habla de varios meses u años, pero algunos prototipos ya están en marcha.

Por ejemplo, la vacuna mRNA-1273 (Empresa Moderna), INO-4800 (Inovio Pharmaceuticals), Empres NOVAVAX, En España es el grupo de Luis Enjuanes e Isabel Sola del CNB-CSIC quienes están trabajando en vacunas contra los coronavirus desde hace años.

Algunos de estos prototipos pronto se ensayarán en humanos.

Hay mas de 80 ensayos clínicos con antivirales en curso

Las vacunas son preventivas, más importante aún son los posibles tratamientos de las personas que ya están enfermas, por eso hay más de 80 ensayos clínicos para analizar tratamientos contra el coronavirus, se trata de antivirales que se han empleado para otras infecciones, que ya están aprobados y que sabemos que son seguros.

Uno de los que ya se ha ensayado en humanos es el remdesivir, un antiviral de amplio espectro, todavía en estudio, que ha sido ensayado contra el ébola y el SARS/MERS. Otro candidato es la cloroquina, un antimalárico que también tiene una potente actividad antiviral, Lopinavir y Ritonavir son dos inhibidores de las proteasas empleados como terapia antirretroviral que inhiben la maduración final del virus del sida. Como se ha comprobado que la proteasa del SARSCov2 es similar a la del VIH, ya se ha ensayado esta combinación en enfermos por el coronavirus.

Otros ensayos propuestos se basan en el uso del oseltamivir (un inhibidor de la neuraminidasa empleado contra el virus de la gripe), interferón-1b (proteína con función antiviral), antisueros de personas ya recuperadas y anticuerpos monoclonales para neutralizar el virus. Incluso se han sugerido nuevas terapias con sustancias inhibidoras, como la baricitinibina, seleccionadas mediante inteligencia artificial.

La pandemia de gripe de 1918 causó más de 25 millones de muertos en menos de 25 semanas. ¿Podría volver a ocurrir algo similar hoy en día? Como vemos, muy probablemente no. Nunca hemos estado mejor preparados para combatir una pandemia.

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